Esta es la última semana de las elecciones congresuales y municipales que celebraremos el próximo domingo 16 de mayo.
Desde ayer lunes y hasta el viernes los candidatos encontrarán que el tiempo no alcanza para nada, pues querrán estar en todas partes y hacer todas aquellas cosas que no han podido realizar en su campaña por ganar el puesto por el que están corriendo en la jornada.
Muchos lo están haciendo para quedarse en sus puestos, y muchos otros están por ganarlos por primera vez o por regresar a esos escenarios como son el Congreso Nacional o los ayuntamientos.
Sin embargo, esta campaña no sólo tiene en juego los más de 4 mil candidatos a los distintos cargos electivos. Los dos principales partidos están apostando en una lucha más allá del 2010. Está en juego el Poder Ejecutivo con todo lo que ello implica.
Por eso, sobre todo, es que la campaña tiene la característica de una presidencial, en que las principales figuras de las organizaciones políticas están lanzadas por calles, carreteras y comunidades, aun las muy apartadas, promoviendo a sus candidatos.
SIGUE…
Es una lucha silenciosa en medio del bullicio, pero que sólo las intimidades pueden detectar las verdaderas intenciones políticas.
Es así con respecto a las figuras que controlan los partidos políticos, pero lo es igualmente en la lucha interna que se libra en esas organizaciones.
Esencialmente, el oficial Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD) están en esa situación.
Cada uno con sus particularidades tendrá que bregar con las consecuencias de los resultados de estas elecciones congresuales y municipales. Los buenos resultados siempre salvan, pero los malos pueden ser funestos.
martes, 11 de mayo de 2010
martes, 4 de mayo de 2010
SIN AUTORIDAD HABRA MAS ACCIDENTES DE TRANSITO
La falta de control sobre los hábitos de manejo y las violaciones no castigadas a la ley de tránsito ha hecho que los accidentes viales sean una de las principales causas de muerte en este país.
Nadie vigila en las carreteras para hacer respetar los límites de velocidad y las reglas de desplazamiento. Los radares y alcoholímetros han desaparecido de la escena y mucha gente se siente en libertad de andar como le viene en ganas.
Cada vez es menos firme la actitud de las autoridades ante las violaciones de los conductores. De nada ha valido crear organismos especializados para controlar el tránsito si no hay la voluntad suficiente para hacer respetar las reglas.
Los motociclistas sin casco, luces, seguros, licencia de conducir y placas son cosa común. Se desplazan a contravía con el mayor desparpajo y ninguna autoridad parece notarlo.
Esa actitud le garantiza a los accidentes su sitial cimero entre las principales causas de muerte en nuestro país.
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